jueves, 10 de marzo de 2011

Capitulo 32: Sorprendente reencuentro

¡Nuevo capitulo, la mayoría es recuerdos...! Amo sus recuerdos, ^^.
Sin mas que decir, disfruten de la lectura.

—Balthazar… Balthazar me duele… -mi voz se quedo ahogada. Sus manos sostuvieron mis brazos extendidos, sus ojos estaban muy abiertos y su respiración agitada.
Por lo poco que pude ver, me di cuenta de que estábamos en la casa abandonada. Él estaba furioso, mirando los cortes de mis brazos que yo claramente evitaba ver.
— ¿C-cuando? ¿Cuándo te has hecho esto? –pregunto con la mandíbula apretada. Sus labios apenas se movieron, me negué a mirarlo.- ¡Cuando maldita sea!
—Hace poco… -murmure avergonzada.- Están cicatrizando con rapidez, Balthazar, no hay de que preocuparse.
— ¡Claro que me preocupo! Maldición, no te das cuenta del daño que podrías hacerte…
—Si, ese es el punto, Balthazar. Hacerme daño, desquitarme conmigo misma. –mi cuerpo comenzó a vibrar cuando él se inclino y lentamente con cuidado, beso mis heridas. Sobresaltada, sentí algo húmedo.
Su lengua.
Sonrojada, intente quitar mis brazos, pero él solo me sostuvo con fuerza, obligándome a quedarme ahí.
Cuando él dejo de lamer mi brazo derecho, pasó al izquierdo. A esa altura mi respiración solo era un jadeo, era muy sensual… Excitante. Cuando él dejo caer mis brazos, los deje ahí, sabiendo que mis temblores eran demasiados para siquiera intentar soportar el peso de ellos.
Balthazar me miraba fijamente, yo solo miraba el suelo. Aun asombrada por lo que acababa de suceder. Tragando en seco me obligue a mi misma levantar mi cara y hacerle frente.
Sus ojos estaban de un extraño rojo carmín. Pero no importaban en absoluto, no había miedo cerca de él. Dando un paso, y luego otra, y otro, rompiendo cualquier distancia entre ambos, lo abracé, apretándome contra su pecho.
—Creo que jamás lo he dicho en buenos términos, imbecil, pero te amo. Eres lo más importante en mi vida. Mi corazón solo es tuyo, te amo. –Dije con mi cara hundida en su pecho, aspirando su olor.- Te amo.
—No, no lo haces –dijo colocándose tenso, me alejo de él con brusquedad y me dio la espalda.- No puedes amarme, Aurora, soy un monstruo.
—No lo eres. –Dije negando frenéticamente.- No lo eres.
— ¡Si! Soy un vampiro, Aurora. –grito frustrado. El silencio no lo tomo por sorpresa, pero si lo hizo cuando lo abrazo fuerte por la espalda.
—Ya lo se. Lo se, y dios, aun así te amo por completo. –dije en un murmullo quebrado.


Mi garganta estaba seca como nunca, mis parpados pesaban y mis músculos estaban agarrotados. Aun así, estaba consiente de que no estaba en la cama, y por el olor a medicamento, entendí que estaba en la clínica.
No supe cuando me trasladaron o por que, tampoco quería saberlo. Tenía la mala impresión de que las cosas estaban hechas un asco…

Es de noche, pero no se cuanto llevo dormida. Podía escuchar levemente las voces bajas desde afuera de la habitación, al parecer muy afectadas. Tome aire, sintiendo el doloroso pinchazo en los pulmones. Entrecerré los ojos e intente mirar quien estaba en la habitación, pero no sirvió de nada.
Agradecí que las ventanas estuvieran abiertas, antes de caer de nuevo en mis recuerdos…

—Balthazar, por favor espera…
— ¿Esperar? ¿Esperar qué? –gruño a la defensiva. Puse los ojos en blanco y mis manos, que estaban en mis caderas volaron con rapidez a su cara, lo tome con cuidado y lo obligue a mirarme.
—Se que lo necesitas, no tienes por que avergonzarte…
—No me avergüenzo –reclamó cerrando los ojos. Trago en seco y muy suavemente se alejo de mí.- Escúchame, por que será la última vez que lo digo: Me da miedo. Si, maldita sea, me da miedo que me convierta en lo que mi padre es. ¿Vale? Me da miedo hacerte lo que él hizo con mi madre…
—No lo harás –dije con decisión. Sostuve su mano con fuerza entre las mías y lo mire a la cara con impaciencia.- Yo no permitiré que lo hagas, no te dejare ir. No sin mí.
Él se acerco y con brusquedad me abrazo, no importo. Busco mis labios y me beso con impaciencia, apoyándonos contra una muralla. El beso se volvió más fuerte, más sensual. Su lengua no tardo en entrar a mi boca y sus manos en recorrer mi cuerpo.
Gemí gustosa, y él se tambaleo con sus ojos cerrados. Pero esta vez no se marcho. Lentamente, me despegue de la muralla y mi mano derecha delineo sus labios, los entreabrió un poco y la punta de su lengua toco una de mis yemas, sin aviso, succiono y sus colmillos se clavaron con brutalidad en mi dedo.
Dolió, pero me quede en silencio, mirando maravillada como él se alimentaba de mí por primera vez.

—Ah maldita sea, Aurora, ¡Respira!
Inhale con los pulmones adoloridos, solloce sin fuerzas. Dolía como el diablo. Sentí una suave mano en mi frente, y la voz que me habló se me hizo tan conocida…
¿Denisse?
—Eso es cariño, inhala y luego exhala, cariño se que duele pero debes seguir, o tendrás que usar el respirador artificial. Se que eres fuerte, inhala, exhala, no pierdas el ritmo…
Seguí sus instrucciones al pie de la letra. Si Denisse lo decía, era por que era cierto. Abrí mi boca para hablar pero un asqueroso sabor me lo impidió.
—Te asombrarías si te digo que es lo que te hicieron beber, así que es mejor que solo mantengas el silencio. –Sentí como ella se movió arreglando unas cosas y después se acerco a mi oído.- Mis niños vienen a verte todos los días, cariño, jamás estás sola o se quedarían a diario…
Sentí como las lágrimas corrían por mis mejillas pero no fui capaz de saber porque lloraba, ella limpió con cuidado mis lágrimas.
—Cariño, es importante que termines con esto… Tranquila, mi niñita, podrás hacerlo.

Y con esto, todo se volvió oscuro…
Estábamos en el parque, parecía ser otoño. No había mucha gente, como era normal, Balthazar se veía muy cómodo acostado en el césped, por lo que decidí que era tiempo de molestarle y me tire encima suyo, haciéndole cosquillas.
Ambos reímos, con rapidez inhumana, quede bajo él y cuando me aliste a reclamar, sus labios cubrieron los míos. Las cosquillas quedaron en el olvido de inmediato.
Sus manos lentamente exploraron bajo mi vestido, tocando mis piernas, sus labios bajaron por mi cuello. Gemí cuando sus colmillos se arrastraron con suavidad por mi piel y después su lengua paso por las pequeñas heridas que acababa de hacer.
Moje mis labios y mis uñas se clavaron en sus hombros cuando su mano subió hasta mis bragas.
— ¡Oh, maldita sea, váyanse a un motel! ¡Ugh, Que asco!
— ¡Dania!
— ¿Qué? Solo quiero a mi mejor amiga por unos minutos. ¡Diablos, tápala un poco! –reclamo señalando mi vestido. Balthazar gruño y me sostuvo debajo de él, posesivamente. Dania puso sus ojos en blanco mientras me miraba y se colocaba a reír.
Estaba avergonzada.
Bueno, avergonzada era poco. Es solo que cuando Balthazar me besaba y comenzaba a tocarme, como que mi conciencia se iba al diablo y no podía pensar en más que él. Y a decir verdad, últimamente ha estado muy *cof* caliente *cof*, y me ha puesto en escenas de lo más vergonzosas.
Me levante de un salto y mire con culpabilidad a Balthazar, él puso sus ojos en blanco cruzándose de brazos. Sin poder evitarlo me coloque a reír, era como un niño pequeño. Me incline y le di un rápido beso antes de seguir a Dania en Skate.
Me guió al centro comercial, pocas veces íbamos ahí por que no vendían ropa de nuestro gusto, así que lo evitábamos la mayor parte del tiempo.
Con el skate en la mano, ambas caminamos ignorando los murmullos y las miradas de la gente. Dania compro helados y nos sentamos un rato, ella me miraba con burla y yo evitaba verla.
—Oh cuéntame los detalles.
— ¿Detalles? –Dania asintió como si fuese obvio.- ¿de que?
—Vamos, ya sabes… ¿Tu y Balthazar follaron, no? –Dijo ondeando su mano con una gran sonrisa-
— ¡Dania! –exclame escandalizada, ella frunció el ceño y yo me puse mas roja negando suavemente como respuesta.- Además, creo que no estoy preparada…
— ¿Ah si? Déjame decirte que los vi a ambos muy preparados ahí en el parque, y en la pieza de Dante y en el comedor, y…
—Vale, lo he entendido –reclame descubriendo un nuevo rojo en mis mejillas. Ella se carcajeo con burla y tomo mis manos cuando vio la preocupación en mi mirada.
—Cariño, déjame decirte que a mi hermano no le faltan ganas, de hecho le sobran. No te avergüences, es bueno que lo hablemos. Ven si quieres que funcione iremos de compras…
—Mi ropa esta bien.
—Claro, siempre esta bien tu ropa. Pero la interior, bah, es pura basura.
— ¡Dania!
—Perdón, perdón… Vamos, aprovecha que corre por mi cuenta. Tómalo o déjalo. –dijo cerrando un ojo con picardía. Mordí mi labio y asentí, ella se carcajeó.- Vale, ahora, esta misión es para volver loco a mi hermanito.

Abrí mis ojos, parpadeando con horror. Me senté de golpe y sentí que mis mejillas se llenaron de color, ignore el dolor que lleno mi cuerpo y mire alrededor…
— ¿Eres tú, cierto? –gruñí al sentir una presencia.
—Depende de quien es “Tú”
Mis ojos casi se salieron de mi cara.
¡Oh dios!
¡OH DIOS!

—Jean Paul –murmure shockeada.

3 comentarios:

  1. Auroraaaaaaaaaaaaaaaaaaaa me muerooooo!!!
    Me fascino el capitulo! eres una genio.
    En serio, fue increible. Por faaa publica pronto.

    Besos

    ResponderEliminar
  2. Vaaaale! Ya te quiero matar, ¿como rayos habías echo desaparecer a Jean Paul? ¡Pobrecito! De seguro esta con tremenda depresión...
    Bueno, ya te extraño, así que espero que hablemos pronto ^_^
    Un beso.
    P.D: ¿Wn, me mandaste el capitulo de la historia? ¡No se te vaya a olvidar, mensa de mi corazón xD!
    Ahora si me marcho..

    ResponderEliminar
  3. Holiiii :D como estas? espero que bn :3
    DIOSSS tenia T A N T O tiempo sin pasarme por aca
    extrañaba de verdad esta historia xd
    SIN DUDA es una de la mejor de mundo blogger :B
    Tenia un par de dudas y la lei desde el comienzo de una :3
    y te puedo asegurar que me enamore mas de la historia que es fantabulosa LA AMO con toda mi alma *-*
    y sin dudar soy TEAM BALTHAZAR :D ese tipo es demasiado perfecto $: LO AMO<3
    buenoo espero con ancias un proximo cap *----*^
    siiiii hahahahah
    bueno dije muchas locuras y seguro te quedaras o.O
    bueno bueno ahahahahah te me cuidas un beso chaii :3

    ResponderEliminar