jueves, 27 de mayo de 2010

Capitulo 27: Todo mal, otra vez.

Bueno tras calmarme, fui a la mesa con lentitud, Jean Paul estaba preocupado y tenía el ceño fruncido.
Te demoraste mucho –dijo con fastidio, yo me senté y evite mirarlo, la culpa me carcomía.
Si... –susurré nerviosa, miré el plato que estaba en la mesa se veía exquisito: un vegetariano completo.- Gracias por recordar que soy vegetariana...
Nunca lo olvidaría –dijo Jean Paul sonriendo amablemente:- ¿Por que eres vegetariana?
Bueno, por que estoy contra la muerte de los animales –dije pinchando un pedazo de lechuga:- y porque es mi forma de demostrar mi autocontrol...
¿Que? –dijo curioso, yo lance una corta risita.
Amo la carne, demasiado, pero prometí dejar de comer desde los 11 porque así demostraría que mi autocontrol era envidiable –dije sonriendo mientras comía. Jean Paul cortó un trozo de su comida y me miró con diversión.
¿a quien se lo prometiste? No me reclames, tu me pegas la curiosidad –dijo sonriendo al ver mi expresión entretenida. Suspiré y miré mi plato con tristeza.
Se lo prometí a mamá y a Dante, dijimos que seria vegetariana hasta que volviéramos a estar juntos como familia, era un juego... Pero yo lo tome realmente en serio –dije encogiéndome de hombros.
Eso es estúpido –dijo riéndose, yo me encogí de hombros.
Lo se, pero, es una buena forma de cuidarme y continuar haciendo deporte, por cierto ¿al menos sabes jugar fútbol? –dije curiosa, siempre quise saber si en verdad jugaban o solo era una forma de taparlo, él me miró fijamente y negó lentamente, decepcionándome.- oh...
La cena continuo en silencio, pero no el típico silencio entre nosotros, no, era insoportable, caótico y lo único que quería escuchar alguien hablándome...
Así que... ¿Ey, me estas escuchando? –levanté la mirada asombrada, ¿Jean Paul me estaba hablando? ¿Y por que no lo escuche?
No, yo... Perdóname, es que estaba en otro mundo –dije distraída, él suspiró con suavidad.
Vale, solo te estaba diciendo que fuéramos al parque para contarte... sobre tu ya sabes que –dijo levantando una ceja ¿yo sabia que? Ah, si, sobre los vampiros. Sonreí y asentí levantándome. Él pagó la cuenta –riéndose ante mis quejas- y me llevó, más bien me sacó del restorán en donde todos me miraban, bufé enojada ¿de cuando me miraban tanto los hombres? Concentrándome en Jean Paul...- ¿segura que estas bien? Pareces, algo ida...
Si, es por que acabo de asumir que mamá volvió –dije mintiendo realmente bien. Él suspiro con dolor.- No te preocupes, estaré bien... ¿me cuentas?
Claro –dijo sonriendo, tomó mi mano y me guío a unas bancas en donde nos sentamos juntos, ignorando los chiflidos de los niñitos que se les suben las hormonas a la cabeza.- Bueno, respecto a los cambios de colores de los ojos, es por las sensaciones que experimentamos... Por ejemplo, cuando estoy feliz mis ojos son de mi color natural, gris. Cuando siento hambre se vuelven rojizos.
¿Y negros? –Pregunte dudosa, recordando nuestros uhm... besos-
Oh, eso –dijo sonrojándose- bueno, cuando están negros es por el deseo...
¿Hablas enserio? –Dije sonrojándome y mirándolo con asombro, el asintió y yo me puse a reír:- no puedo creerlo
No te hagas la inocente, no lo eres –dijo sonriendo con cariño, ya casi no recordaba la sonrisa fría que me daba al principio, esta estaba llena de sentimientos que jamás creí en un chico tan frió como J.P
Vaya, jamás lo imagine. –dije de forma sarcástica, y a mi mente se venían los recuerdos, quizás aun tenia mucho de aquella chica irresponsable que fui algún día.
Eres una pesada –dijo ladeando su cabeza, yo me encogí de hombros y él se acerco peligrosamente, su cercanía me puso nerviosa y temblé al sentir sus manos en mi cintura:- por eso me encantas.
¡No lo hagas! –susurré nerviosa, él suspiró y se acercó un poco más:- ¿no que éramos amigos?
Amigos... –susurró Jean Paul con dolor y cerró los ojos:- Solo... solo déjame intentarlo, se que fui un idiota...
Lo eres –susurré cerrando los ojos con fuerza, estaba segura que sonreía con burla, se acerco un poco más y me beso con pasión, mucha pasión. Mi corazón se acelérelo precipitadamente, no podía negar, de una u otra forma lo amaba... Pero no podía, ya no, me separe lentamente sin abrir los ojos:- Realmente quiero que lo nuestro como amigos funcione, y esto...
¿Ya no me quieres? –Pregunto con decepción, suspiré confundida, si supiera el tonto que lo amo, pero, ¿Balthazar? ¿Que hay de él?
No lo hagas más difícil –repetí apoyado mi cabeza en su pecho- te quiero, pero realmente... no podemos.
¿Por él? –Silencio- ¿es por ese...? Si quieres voy a buscarlo hasta el fin del mundo y lo mato para que nos quedemos juntos...
¿Se supone que eso es bueno? –dije tensándome, no podía permitir que le hiciera daño a Balthazar, la sola idea me oprimía el pecho y me entraba una pena enorme, Jean Paul maldijo:- No, no es necesario... ¿Que tal si nos vamos? Ya es tarde, mi tía debe estar preocupada...
Solo dame un momento –dijo metiendo su mano al bolsillo, abrí los ojos y me senté bien ladeando la cabeza para ver lo que hacia, sacó un sobre pequeño y lo estiró:- Creí que... Uhm... Me dirías que sí, pero, ya no es necesario preguntarlo. Solo quédatelo ¿vale?
Jean Paul –dije mientras abría el sobre, él me hizo guardar silencio con un movimiento de su cabeza, en mis manos cayó una hermosa cadena de plata en forma de corazón con pequeños diamantes negros, lo giré y tenia una pequeña inscripción que hizo que me sintiera mal, muy mal...“Te amare por siempre, eres la chica bipolar más bella del mundo”:- esto es... ¡¿Jean Paul?!
No estaba, me gire para buscarlo, pero no estaba, el sobre que deje sobre su regazo estaba en el suelo, él se había marchado. Corrí a casa para ver si estaba ahí, no podía dejar las cosas como estaban... Apenas abrí empuje a Pat y miré adentro Bruno conversaba con Dante y cuando me vio sus ojos brillaron con asombro.
¡Sabia que le dirías que si, yo te tenia fe! –exclamó y mis ojos escocieron, su sonrisa se borró, yo era una bestia, había dañado a J.P:- ¿Aurora, donde esta Jean Paul?
¡Se... se fue! –Dije desesperada, mientras tapaba mi cara con mis manos:- después de que le dije...
¿Lo rechazaste? –dijo asombrado, yo asentí con dolor y él se levanto, se disculpó con mi tía y cuando paso por mi lado dijo:- Tranquila, volverá pronto.
Subí a mi habitación y me tiré a la cama llorando, era una tonta, tonta, que estaba haciendo. ¿A quien amaba realmente? ¿Por que justo ahora tenia dos príncipes mientras otras chicas estaban totalmente solas?
Me quede dormida hasta que sonó la alarma de mi celular sobresaltándome, me levanté de un salto y me estiré de manera perezosa. Me fui al baño y lavé mi cara, cepillé mi cabello y tome mi mochila, junto a un polerón grueso, un cuaderno, mi mp4 y mi celular. Después la colgué en mi hombro y mire el balcón, lo había echo un par de veces antes, pero estaba nerviosa y me podía pasar algo... Suspirando bajé por la orilla, despacio para no caerme, la altura no era mucha, pero era peligroso, llegando sacudí mi vestido y corrí a la casa abandonada en donde me esperaría Balthazar, mi estomago estaba echo añicos producto de mi ansiedad y la desesperación.
Tic-Tac Tic-Tac Tic... ¡¿por que los hombres son tan malditamente impuntuales?! Me enferman, ya llevo trece minutos esperándolo y no llega.Tac.
¡Hola, bonita! –susurró Balthazar haciéndome dar un salto por el miedo, se puso a reír de MI, pero lo ignore concentrándome en el reloj. Tic-Tac Tic-Tac Tic-Tac...- No te enojes, Dania tiene la culpa, dijo que tenia que verme guapo.
Oh, pero eso es imposible –dije con voz agria, él sonrió y se apoyó en el reloj, haciendo que me desconcentrara- sale, el reloj estaba más entretenido que tu desagradable presencia...
Escúchate, ya vuelves a ser la chica rebelde e irrespetuosa que conocí, no la santurrona que se esconde detrás del deporte –dijo sonriendo sensualmente, sonrisa que omití por mi bien mental:- Vale, no voy a coquetearte, pero...
¿Pero? Odio los peros –dije cruzándome de brazos él se puso a reír.
Pero tendrás que escucharme sin interrumpir y estoy hablando en serio, Aurora –dijo sonando severo, pero sin borrar su sonrisa, asentí y él se sentó en el suelo y palmeo a su lado:- es mejor que te acomodes, tardaremos.
Huh... antes de que cuentes todo esto necesito decirte algo –dije rodeando mis piernas con mis brazos, el vestido se me subió un poco, pero que más daba. Me miró con atención y yo trague en secó:- Quiero que me prometas que si llegas a correr peligro por mi culpa, me refiero a que Jean Paul se de cuenta de que tu eres mi...
¿Tu novio? –dijo sonriendo cruelmente, cerré los ojos y los apreté.
Sabes a lo que me refiero, tu y yo estamos más unidos que “novios” así que, quiero que lo prometas y que... Que si es necesario te vallas y me olvides por siempre, lo hagas. –dije sin mirarlo, el silencio prolongado fue demasiado tenso por lo que abrí los ojos, Balthazar tenía la cara crispada y miraba la pared como si fuera peor que una cucaracha:- Promételo.
No lo haré –dijo negando rápidamente, yo abrí la boca, pero él continuo:- no te voy a dejar sola, jamás, desde que yo... uhm... comencé con esto, dijimos que es juntos o nada. Sin ti, no seguiré y si es necesario voy a pelear ¿vale?
¡No lo entiendes! –exclamé temblando, esto me estaba superando por completo, apreté los ojos para no dejar caer las lágrimas:- yo no puedo... no... Por favor.
Mírame –dijo tomando mi cara entre sus manos, ante el suave contacto una descarga eléctrica me recorrió completa, abrí los ojos y casi grite por el susto, él estaba sobre mi mirándome con sus ojos azules iluminados con un brillo cautivador, su boca curvada en una sonrisa melancólica y muy, peligrosamente, cerca de mis labios:- No me voy a alejar de ti, jamás. No puedo... prefiero morir, no te perderé otra vez, no ahora que volvemos a estar juntos, a menos que... ¿Lo amas?

lunes, 10 de mayo de 2010

Capitulo 26: Balthazar.

waaa volviii!!! =) Bien, bien les cuento, pretendía subir el capi ayer. Junto con la descripción de Lily, pero, el menso de mi hermano me borro la descripción y, bien por suerte había guardado el capi...
Así que, voy a hacer la descripción e intentare subirla hoy, pero no les prometo nada, de todos modos estoy en casita por que tengo ¡¡PESTE!! xD
así que podré subir lo mas seguido que puedo.

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Aurora.... –susurró mi tía, yo negué y me senté en mi cama secando mis lágrimas- Deberíamos conversar...
No, de verdad estoy bien. Ahora quiero estar sola –dije afectada y Lily con Pat se marcharon cabizbajas, mi tía me dio un beso en la frente y se fue, J.P se iba ir cuando bufe- Tú no tonto. ¿No se supone que no me dejarías sola nunca?
Creí que... –él bufó sin terminar su oración y se sentó a mi lado con una gran sonrisa que me contagio un poquito:- ¿Que te parece si me llevas a conocer algún lugar lindo?
Está bien –dije levantándome el tomo mi mano y me miró con suplica.-
En tu armario hay un regalo para ti, póntelo por favor.

Apenas Jean Paul terminó la oración salio corriendo con un lindo sonrojo, haciéndome mirarlo tiernamente. Abrí el ropero y saqué una caja rectangular de color negro que tenia un hermoso lazo de color rojo carmesí.
Dentro había un hermoso vestido negro cortito y con un lazo rayado de color beige a la altura de la cadera, strapless. Sonreí y me quite la blusa y la falda, dejando caer el vestido que me quedo perfecto, tire mis zapatillas y en un rincón habían unas botas que reconocí con esfuerzo... Una vez fueron mis preferidas, esas de seguro me las regalo Dania. Me las coloque y me mire al espejo, me veía guapísima pero algo faltaba...

Me senté frente al tocador e intente abrir el ultimo cajón, pero estaba cerrado con llave, repetí la acción con el penúltimo cajón con la misma suerte. No me acordaba que había adentro, ni siquiera me acordaba donde estaban las llaves. Lo deje pasar y me delinee los ojos con el lápiz negro, pero mi curiosidad fue mayor así que revolví mi armario buscando las malditas llaves, ya me estaba aburriendo cuando me di cuenta de que mi zapatilla derecha tenia un pequeño cierre y dentro había un llave. Me puse a reír por que era muy poco común esconder una llave dentro de una zapatilla. Cuando abrí el último cajón me sorprendió ver un joyero y pinturas, coles, pinches y todo tipo de accesorios. En el penúltimo habían un montón de cartas y recuerdos de Balthazar, en un extremo había un pequeño brillante, lo tome y me di cuenta que era un hermoso collar de cuero con unas crucecitas colgando, era lindisimo y al parecer bastante caro. Hacia juego con el vestido y sin pensarlo dos veces me lo coloque, cepille mi cabello y me puse un pinche para tomar mi flequillo... Al parecer mi cambio causo un gran efecto, por que cuando baje a despedirme Justin, Jake y Bruno quedaron realmente “babeando”.
Ey, cierren la boca –dije sonrojada, bajando mi vestido al notar sus miradas descaradas a mis piernas:- Tía voy a salir con J.P a comer...
Muñeca estás preciosa, deja ir por la cámara para sacarte una foto –dijo emocionada, yo me puse a reír y me acerque a Pat y Lily quienes sonreían amistosamente.
¡¿Ya se reconciliaron?! –susurraron a coro haciéndome reír, yo negué sonrojada.
No, es solo que... –me encogí de hombros y las mire nerviosa:- No me acosen...
Es que te ves muy guapa, por las miradas que se dan Dante y tu tío, creo que el pobre de Jean Paul mejor que ni entre –bromeo Lily, yo me giré y le lance un beso a mi hermano:- Esta bien, mejor me voy antes de que mi tía vuelva –dije despidiéndome de las chicas, corrí a la salida y me gire solo para ver decepcionada a una muy callada Susan. Cuando salí me recibieron un flash y un abrazo que me mareo.- Vale, me descubriste.
Claro, no los dejaría ir sin una foto –dijo mi tía riéndose. Después miro su billetera- ¿necesitas plata?
No, ni se te ocurra –dije seriamente.- Yo tengo dinero, Jean Paul, vámonos.
Muñeca –dijo mi tía y le di un beso en la mejilla antes de arrastrar a mi acompañante lejos.

Decidimos (en realidad lo hice yo) irnos por el parque, Jean Paul estaba muy callado y en todo momento evitaba mirarme directamente a los ojos. Yo por mi parte, estaba nerviosa por su comportamiento ¡Y por las miraditas lujuriosas de los chicos que pasaban cerca de mí! Suspiré y miré al suelo avergonzada, quizás no le gustaba como me veía, teoría que descarte cuando el tomó mi mano posesivamente y señaló un hotel bastante moderno y caro.
Vamos ahí –dijo sonriendo, y me di cuenta por que no me miraba, es que sus ojos eran negros. Un negro que me cautivo y...- Ya déjalo, me pones nervioso.
Oh bueno –dije desviando mi mirada sonrojada- ¿Por que cambian de color?
Ya te lo explico más tarde, ahora vamos a comer... Muero de hambre –lo último lo dijo en un susurro sensual y con doble sentido que hizo enrojecerme hasta los huesos. Caminamos de la mano y el pidió en italiano nuestra comida, no entendí nada por lo que me sentí inútil, suspire y el clavo sus ojos grises en los míos.

¿que pasa, linda?
Esto... iré al baño –dije levantándome bruscamente, el asintió distraído. Camine al baño pero unos fuertes y calidos brazos me detuvieron.
¿Donde vas tan rápido, monstruito?

Me quede paralizada al escuchar esa voz que solo escuchaba en sueños... no habían dudas, era Balthazar. Sus ojos me miraron con una mezcla de entretenimiento e infinita ternura, sus manos estaban firmemente amarradas en mi cintura y quemaban. Mi corazón latía tan rápido que creí que en cualquier momento caería al suelo desmayada, y oh por dios, ¡Jean Paul estaba a pocos metros! ¿No se supone que lo sentiría con sus poderes vampiricos?
Esta pasando algo extraño con -bajo la voz y me perforo con la mirada- nuestros poderes. Y bueno, no tenemos ida del por que. Nunca antes había pasado y nos tiene preocupados a todos, en especial a mi, claro.
¿Que haces aquí? –susurre sonrojada, él dio un paso hacia adelante y yo retrocedí por inercia, pero lamentablemente quede atrapada entre sus brazos y la pared, Balthazar frunció el ceño con cara de fastidio.
Creí que cuando me volverías a ver dirías: ¡Te extrañe tanto, imbecil! Ahora ven aquí y bésame... –dijo en susurros cerca de mi boca, necesitaba besarlo era como una necesidad que me sobrepasaba, pero cerré los ojos mordiendo mi labio, nerviosa
¿Te extrañe tanto, imbecil? Ya bésame –susurré sonando dudosa, pero al segundo el me estaba besando pausadamente devorando cada pedacito de mi boca, lamió suavemente mi labio y yo abrí la boca para dejar un gemido que se quedo en aire por que su lengua se adentro en mi boca para apasionar mas nuestro esperado beso. El aire, maldito aire, nos hizo separarnos agitadamente, apoyé mi frente en la suya y suspiré ansiosa:- ¿Cuando volviste? ¿Por que no me viniste a buscar antes? ¿Que...?
Shh –dijo tapando mi boca con su mano- Monstruo, no tenemos mucho tiempo, el tonto arrogante de Jean Paul te esta esperando ¿que te parece si nos juntamos a medianoche en la casa abandonada?
Si –conteste algo angustiada y él volvió a besarme apoyándome contra la pared, nuestras bocas se movían con lentitud y con una pasión desmesurada, una ráfaga de aire cruzo la habitación y él ya no estaba, toque mis labios con mis manos y sonreí con nerviosismo.

Entré corriendo al baño y miré mis labios, estaban rojos e hinchados por el beso que compartí con Balthazar, menudo idiota no me contesto nada... Me pincho el bichito de la culpa, J.P estaba en la mesa esperándome mientras yo me besaba con mí... ¿a todo esto que era Balthazar mío? ¡Oh por dios, estoy echa un lío!
Yo estaba tan segura de que amaba a Jean Paul... Pero apareció Balthazar y revolvió todo mi mundo... ¿Que haría ahora?